viernes, 5 de julio de 2013

Vueltas. Por Mary Jaime

Si había algo que lo obsesionaba eran las vueltas, en todas sus formas.
Veía Vueltas, líneas que se cierran, círculos, todo el tiempo, en  el día que termina para que la noche vuelva a comenzar, observaba esas vueltas inconexas que se funden para dar vida a nuevos movimientos, tal vez medios giros, tal vez medias uniones, puros movimientos, formas magistralmente abstractas en lo alto, pero tan legibles en lo bajo.
Comparaba a las vueltas con las Palabras que corporizan sinceridades, palabras que alimentan párrafos alegóricos para dar como resultante una lectura inextricable  de los hechos. Pensamientos lujuriosos que se traducen en sencillos verbos que significan nada. Nada comparado con la agudeza que simboliza ese pensamiento. Y en el remolino de esas vueltas, el amor, los amores, EL Amor, ¿un amor?, ¿distintos amores?, chabacana metafísica –como estas líneas- de una madrugada que nos enreda en un camino de preguntas huecas con respuestas inabarcables. Amor, anclaje absoluto con otra materia, unión de espíritu con la materia, acción de ausencia, entrega de conciencias, desnudez de la esencia, amor ese signo que nos empapa con lo más primitivo de nuestra dualidad, consecuencias oscuras de sentimientos genuinos, dolores ajenos, miradas dulces y paralelamente miradas afligidas por la opresión de la jerarquía de valores que se impone en nuestras vidas. Amar, esa furiosa sed que se extingue y, al mismo tiempo, se vuelve a intensificar ante la presencia de Un Otro, Amar, juego perverso de rotular sin saber qué es verdaderamente o creyendo parcialmente en que eso que se siente y se dice es amar. Infinitas Vueltas que nos rozan, nos friccionan, nos tocan violentamente, el amor en el medio –o la filosofía del amor-, una persona, varias con una lógica de otros mundos, conclusión incoherente: un mundo hastiado de  tantas dudas y terrores que antes me gobernaba, hoy es percibido como Un Lugar cálido por otra mirada. Temor por la carencia,  por ver desmoronarse los cimientos de una construcción inconclusa pero Mi construcción al fin. Vueltas, amor, palabras rimbombantes, verdades, amar, Vos, ella, yo, él, el mundo, palabras, más palabras para enmascarar una realidad que parece anecdótica pero que no se esfuma con tanta rapidez como las frases que circularon en un ayer.

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